Foto: Movilización por el día de los mártires estudiantiles. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.
El pasado miércoles 14 de agosto se conmemoró nuevamente el día de las y los mártires estudiantiles. Bajo la consigna “consecuentes con su lucha: por una educación liberadora y presupuesto digno”, estudiantes, trabajadoras y todo el conjunto del pueblo, nos movilizamos en todo el país. Particularmente se realizó la marcha central en Montevideo organizada por el Movimiento Estudiantil.
¿Por qué el 14?
El 12 de agosto del año 1968, en una movilización del Movimiento Estudiantil, realizada para exigir la rebaja del boleto entre otras reivindicaciones, es baleado por la policía el estudiante de odontología y militante estudiantil y de la UJC, Líber Arce. Dos días después, el 14, muere en el hospital a causa de la herida.
El cruel asesinato de Líber fue, por un lado, consecuencia de la escalada autoritaria del gobierno de Jorge Pacheco Areco, “personaje mediocre que la astucia de la historia puso por un momento en el poder” en palabras de Rodney Arismendi, como forma de continuar la venta del país al imperialismo y de frenar el avance de un pueblo que unido y organizado defendía la soberanía y la democracia del país; y por otro lado, el inicio de una larga lista de jóvenes, estudiantes, obreros y obreras, que junto a la larga lista de compañeras, se les arrebató la vida para matar su lucha y sus ideales.
Primero la represión descarada en una democracia que los civiles y militares poderosos desvanecían, y luego, durante la dictadura civil y militar, fascista, las y los estudiantes, estuvimos en pie de lucha por una educación digna y un país libre de las garras del imperio yanqui.
Es así, que estudiantes como vos, fueron asesinadas por los ricos y poderosos del Uruguay. Así cayeron Líber, Hugo de los Santos, Susana Pintos, Heber Nieto, Julio Spósito, Íbero Gutiérrez, Santiago Rodríguez Muela, Joaquín KlÜver, Ramón Peré, Walter Medina y Nibia Sabalsagaray.
Dedicarse a una causa es humano
Hoy en día, vivimos un bombardeo constante por parte de los medios masivos de información y comunicación que nos impulsa al individualismo, a creer que podemos salvarnos solos.
Mientras nos impulsan a salvarnos solos, nos bombardean diciéndonos que, si no lo logramos, si no logramos terminar los estudios, si no conseguimos un buen laburo, si no podemos pagar el alquiler o llegar a fin de mes, es culpa nuestra.
Esta ideología barata del sálvese quien pueda, adornada en el autocuidado, nos conduce a un callejón sin salida en que nos culpamos si no conseguimos lo necesario para sobrevivir en un capitalismo cada vez más salvaje, y no encontramos más salida que seguirnos rebuscando, cargando solos con nuestra pesada mochila de frustraciones, cuando los culpables son los ricos y poderosos.
Las y los mártires, eran gurisas como vos, que estudiaban, les costaba llegar a fin de mes, tenían que encontrar horas de estudio sacándoselas a las de sueño, porque además laburaban. Pero además de todo eso, decidieron no salvarse solos, decidieron luchar colectivamente para construir una sociedad mejor, sin tanta competencia y con más hermandad, sin la opresión de quienes nos roban tiempo de vida y felicidad para aumentar sus ganancias.
Aprender de las mártires y honrarlas, es también comprender que la única salida a este sistema, la única salida para tener avances en todos los planos es la colectiva. Aprender de las y los mártires es organizarte en el gremio o en el centro de estudiantes, compartir con nuestras compañeras y compañeros y transformar codo con codo la realidad.
Alumbrar avances
2024 es un año electoral. Este año se sintetiza la lucha de todo un pueblo que desde el momento 1 se opuso al recorte de conquistas laborales, sociales, educativas, políticas y económicas, de este gobierno neoliberal y al servicio de los poderosos de Luis Lacalle Pou. Este año se resume la hazaña de haber juntado 800 mil firmas contra la LUC en plena pandemia, se resume que con muy pocos recursos hayamos estado tan cerca de ganar el Referéndum, se resume la lucha de las y los trabajadores contra la pérdida salarial, se resume la gloriosa lucha del Movimiento Estudiantil en cada punto del país oponiéndonos a la motosierra de la derecha en la educación pública, disfrazada de reforma curricular. Este año se resume la hazaña de haber luchado contra la reforma jubilatoria juntando firmas por mejores jubilaciones.
Este año, el pueblo puede volver al gobierno con el Frente Amplio y la 1001, para volver a transformar más profundamente la vida de nuestro pueblo.
Las y los jóvenes 1001 te proponemos un lugar y un programa para que seas parte de los cambios.
Porque queremos un país en que podamos jubilarnos dignamente para disfrutar de la vida sin vivir para trabajar.
Además, queremos un país en que todas tengamos verdaderamente el derecho a estudiar, cosa impensable si no resolvemos la pobreza infantil, el acceso de todo el pueblo a viviendas de calidad, o que los empleos de las y los jóvenes dejen de ser tan precarios en tiempo de permanencia y salario percibido.
Lucharemos para crear un sistema de becas realmente potente que democratice de verdad la continuidad educativa.
Debemos luchar para construir una educación autónoma y cogobernada, en la que quienes pensemos los planes de estudio seamos quienes realmente somos parte de la educación, y no el mercado y sus mercaderes.
Te proponemos organizarte con nosotras para luchar por el 6% del PBI para la educación pública y el 1% para la Investigación, posibilitando por un lado que podamos trabajar en lo que estudiamos, y por otro lado, brindándole al país nuestros conocimientos para diversificar la matriz productiva.
El 14 de agosto, el pueblo uruguayo, y en particular las y los estudiantes, le rendimos un justo homenaje a nuestras y nuestros mártires. Pero para honrar sus vidas realmente, debemos alumbrar avances para nuestro pueblo, tal y como lo fue el boleto, en el futuro lo será una educación liberadora y un país en que todas y todos podamos trabajar para vivir sin que nadie pueda, desde su palacio, explotarnos.
¡Al Movimiento Estudiantil y las Mártires Estudiantiles, salud!
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