A re-evolucionar Montevideo

Verónica Piñeiro en la sede del Frente Amplio, durante el acto lanzamiento de su campaña a la Intendencia de Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

La alegría que tiene el pueblo uruguayo desde que el Frente Amplio volvió a ganar el gobierno, que quedó de manifiesto en los festejos de octubre y noviembre, pero sobre todo en la celebración de la asunción del 1° de marzo, se mantiene y renueva con la esperanza puesta en las elecciones departamentales que se realizarán en mayo.

La esperanza puesta en que los gobiernos departamentales (y municipales) no sean utilizados de forma clientelista, no sean aprovechados por la derecha para intercambiar favores o aprovecharse de la situación de vulnerabilidad e inestabilidad de las personas, que ellos mismos generaron con sus políticas antipueblo. Mientras trabajamos en la importancia del desarrollo de políticas públicas que atiendan a esas necesidades, y que la gente obtenga las respuestas que precisan para desarrollar sus vidas, en todos los niveles.

Volver

Mientras en algunos departamentos parece más difícil que en otros salir de la lógica clientelista que durante muchos años se ha instalado desde las intendencias nacionalistas, en otros parece vislumbrarse un amanecer frenteamplista. La vuelta del Frente Amplio en esos departamentos implica, primero que nada, no repetir errores del pasado, muchas veces más vinculados a cuestiones internistas que al desarrollo de políticas departamentales. Pero, sobre todas las cosas, la vuelta es la responsabilidad de fortalecer una política seria, comprometida con la gente y su cotidianidad, y no caer en la subestimación de las personas, de sus problemas y de la percepción de su día a día.

El desafío que tenemos, si conquistamos estos gobiernos departamentales, es el de poder superarnos a nosotros mismos y nuestras gestiones anteriores, el entender que no es necesario repetir recetas de la derecha que dañan no solo a la política sino a la vida de la gente, brindando soluciones inmediatistas a problemas estructurales, y principalmente dejar de lado disputas que solo entorpecen el desarrollo de nuestro programa político.

Debemos volver para demostrar en la práctica los beneficios del desarrollo serio de las políticas públicas en contraposición con las supuestas facilidades del clientelismo, la importancia de gobiernos honestos y transparentes frente a la corrupción instalada y naturalizada de las gestiones nacionalistas.

Re-evolucionar

Después de 35 años del Frente Amplio gobernando en Montevideo, todo parece indicar que los montevideanos aún confían en la fuerza política para seguir desarrollando la capital del país. Pese a la continua campaña de ataques por parte de la derecha a la gestión frenteamplista, con especial saña en este último período, el camino que traza el Frente Amplio es apoyado por la gran mayoría de los ciudadanos, y lo que toca ahora es poder profundizar la transformación del departamento.

Una vez más la campaña de los partidos de derecha (nucleados en esta elección dentro del mismo lema de la coalición republicana) se centra en la limpieza de Montevideo y la gestión de residuos, y, por supuesto, en el ataque a los trabajadores municipales. Si ya de por sí este tipo de campaña es básicamente demagogia y golpes bajos, en este período tiene un nivel de hipocresía mayor.

En los últimos cinco años del gobierno departamental del Frente Amplio, los representantes de la coalición republicana en la Junta Departamental bloquearon un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo, cuyo destino era la limpieza y la gestión ambiental. Bloqueando este préstamo la coalición dejó sin acceso a saneamiento a ocho barrios de Montevideo, a los que visitan ahora en campaña para subir luego publicaciones “denunciando” su situación. También centran la campaña en la limpieza general de la ciudad, cuando el bloqueo del préstamo implicó no adquirir camiones para la recolección de residuos, y evitó una importante inversión en la limpieza de los cauces de agua, que son las que ocasionan las inundaciones en muchos de los barrios de Montevideo.

El principal candidato de la coalición, Martín Lema, anunció como medida prioritaria la tercerización de la recolección de residuos, responsabilizando a los trabajadores municipales, y principalmente al sindicato, de no realizar correctamente su trabajo. Por un lado, la idea de que los trabajadores tercerizados trabajarían más porque lo harían los feriados, y no realizarían paros, evidencia algo sabido y es la situación de precariedad y poco respeto a los derechos laborales de quienes se encuentran en este tipo de trabajo. Por otro lado, plantea interrogantes sobre las posiciones de su compañera partidaria, Valeria Ripoll, que no solo fue secretaria general del sindicato, sino que tenía como principal reclamo la no tercerización.

En este momento, luego de 35 años al frente de la Intendencia de Montevideo, es necesario que el Frente Amplio profundice en las transformaciones que hacen de la capital del país una ciudad de vanguardia. La propuesta de Verónica Piñeiro como intendenta apuesta a poner al frente de este nuevo proceso a una persona joven, que conoce como el departamento como nadie, con una gran vinculación territorial, no solo por las responsabilidades que ya ha llevado adelante dentro de la Intendencia, sino porque su militancia estuvo siempre vinculada a los territorios, y siempre trabajando codo a codo con los vecinos.

Verónica tiene el conocimiento y la capacidad para llevar adelante el programa departamental del Frente Amplio, para centrar las prioridades departamentales y no dejarse distraer por la agenda que intenta y seguirá intentando marcar la derecha con la complicidad de los medios de comunicación. Con su experiencia, podrá defender las potestades de la intendencia, las políticas desarrolladas desde ahí, y también a los trabajadores.

La candidatura de Verónica concentra el sueño de dar ese salto en las transformaciones tan necesarias para seguir colocando a nuestra capital y nuestro país a la vanguardia. Una ciudad con acceso a la cultura en cada rincón, con espacios públicos para el disfrute de la gente, con un diseño urbanista que facilite la movilidad. Llegó el momento de re-evolucionar Montevideo.