“Son años de promesas incumplidas por un modelo de sociedad excluyente y privatizador”
Si una persona busca la definición de lo que es un “cuento chino” en la Real Academia Española se encuentra con que se hace referencia a un “relato falso e increíble”. Esta definición es la que le cabe al gobierno, que busca proyectar una realidad inexistente en dónde todos los indicadores de nuestra vida están bien, no hay inseguridad, no hay desempleo, no hay inflación. Los pocos problemas que pueden existir en este terruño son provocados por las guerras o por las críticas de aquellos que por ejercer nuestros más esenciales derechos democráticos somos “desleales” institucionalmente.
La nueva definición de la palabra, más ajustada a la realidad actual e histórica, debería ser un “cuento blanco”. Por suerte el blindaje mediático no puede evitar la realidad cruel que vivimos la mayoría de las personas en nuestro país y cada vez más nos damos cuenta que la responsabilidad no es de otros, es de quienes buscan un gobierno para los “malla oro”. Las encuestas lo comienzan a reflejar.
En Montevideo, por ejemplo, donde las ollas populares se siguen manteniendo porque el gobierno cada vez que puede recorta en prestaciones para quienes lo necesitan, frente a una inversión en saneamiento y limpieza la coalición multicolor dijo que había otras cosas en las que invertir, porque parece que aquellos que tienen menos recursos son moneda de cambio para combatir a la intendenta Carolina Cosse. El “Montevideo olvidado” solo sirve para discursear cuando se intenta hacer oposición desde el sur de Avenida Italia. Pero es aún más elocuente la propuesta que ha hecho en los últimos días el gobierno para Montevideo, los principales desafíos que se tiene en la capital parecería que se van a solucionar con una isla en Punta Gorda, que solo apunta a que los ricos puedan beneficiarse de la soledad del poder y no tengan que convivir con personas de sectores de menos ingresos. Mas claro que eso no parece haber.
Esto no es cuestión de “disputas políticas” entre sectores que buscan el poder, esto se trata de una visión del mundo. De quien debe ser priorizado en una situación de restricción económica, de quien realmente tiene derecho a disfrutar el espacio público y ciertos niveles de bienestar. La juventud trabajadora es la que se ve más perjudicada, porque son la mayoría de esas familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad, pero que no tienen respuestas a sus problemáticas porque para este gobierno todo está bien.
No es que en otras administraciones se haya hecho todo bien, pero está claro que la sensibilidad hacia los y sobre todo las pobres ha cambiado. No hablemos de las promesas de reducción de asentamientos que ya sabemos que se han venido muy a menos con la asunción de que ahora solo se podrán entregar unas decenas de viviendas nuevas gracias a la inversión que se hace en ella. El sistema económico que ellos profundizan, que ensancha las desigualdades, no permite un acceso igualitario a el espacio público, no genera derecho a la ciudad, porque cada vez hay más desplazados de los grandes centros urbanos a la periferia de la ciudad. La gentrificación, ese proceso dónde los barrios se encarecen y los trabajadores deben escaparse, es también parte del modelo. Por eso ellos no van a poder con los asentamientos, porque están generando el caldo de cultivo para que se multipliquen.
Los y las jóvenes necesitamos una apuesta real al trabajo, a la vivienda, a espacios integradores porque si no vamos a ser los que más seguiremos sufriendo las condiciones que impone este gobierno. Se viene una nueva Rendición de Cuentas y frente a todo lo que relatamos que estamos viviendo la discusión principal en la coalición de gobierno es sobre si va a existir un mínimo aumento o si queda un aumento cero. No tienen un plan que abarque a las grandes mayorías. ¿Qué van a hacer con la educación y la investigación? ¿Van a poner dinero para que se puedan cubrir todas las horas y quienes asistimos a la educación pública tengamos clases? ¿Van a invertir para que la estructura edilicia de los liceos tenga algún tipo de mantenimiento? ¿Van a invertir para que la UdelaR tenga mejores condiciones de garantizar acceso a la educación? ¿Van a invertir en Ciencia y Tecnología? ¿O solo van a seguir con su show de perseguir a docentes y estudiantes que piensan distinto? Lamentablemente todos sabemos cuál es la respuesta.
¿Van a seguir aumentando el precio de los combustibles para que toda la cadena de productos básicos siga subiendo? ¿Van a seguir precarizando el trabajo que tenemos? Por ahora su mejor idea es una ley que sigue recortando derechos laborales adquiridos y que sigue dándole potestades a los empresarios para hacer lo que quieran, para destruir la organización sindical y evadir cualquier tipo de control en las empresas. A eso es a lo que apuesta este gobierno.
Desde las calles, desde los espacios institucionales, de todos lados donde haya jóvenes nos vamos a organizar para defender una alternativa a este modelo de y para ricos. El Congreso del Pueblo será la síntesis de todas las luchas contra las propuestas conservadoras y neoliberales de este gobierno, que viene por la dignidad de una juventud que le planta cara y se moviliza. No nos amilanarán con sus amenazas y persecuciones laborales y políticas. Seguiremos construyendo desde abajo, en los comités, en los liceos, en las facultades, en los centros de trabajo ese programa que superará esta realidad de recortes democráticos.
Nos habían contado un cuento antes de las elecciones, el cuento de los mejores años de nuestras vidas. Pero con la pandemia yéndose vemos que esos años son de aumento sostenido de la violencia, de precarización laboral y desempleo, de pérdida del salario real, de retroceso en inversión en educación y en vivienda. Son años de promesas incumplidas por un modelo de sociedad excluyente y privatizador que buscan imponer. En definitiva, esos 5 mejores años de nuestras vidas son un “cuento chino”, o, mejor dicho, un “cuento blanco”, porque el TLC tampoco está a la vista.
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